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El clavel
Grimm Märchen

El clavel - Cuento de hadas de los Hermanos Grimm

Tiempo de lectura para niños: 14 min

Existía una vez una reina a quien Dios Nuestro Señor no había concedido la gracia de tener hijos. Todas las mañanas salía al jardín a rogar al cielo le otorgase la gracia de la maternidad. Un día descendió un ángel del cielo y le dijo:

– Alégrate, vas a tener un hijo dotado del don de ver cumplidos sus deseos, verá satisfechos cuanto sienta en este mundo. La reina fue a dar a su esposo la feliz noticia, y, cuando llegó la hora, dio a luz un hijo, con gran alegría del Rey. Cada mañana iba la Reina al parque con el niño, y se lavaba allí en una cristalina fuente. Ocurrió un día, cuando el niño estaba ya crecidito, que, teniéndolo en el regazo, la madre se quedó dormida. Entonces se acercó el viejo cocinero, que conocía el don particular del pequeño, y lo raptó; luego mató un pollo y derramó la sangre sobre el delantal y el vestido de la Reina. Luego de llevarse al niño a un lugar apartado, donde una nodriza se encargaría de amamantarlo, se presentó al Rey para acusar a su esposa de haber dejado que las fieras le robaran a su hijo. Y cuando el Rey vio el delantal manchada de sangre, dio crédito a la acusación, enfureció tanto, que hizo construir una profunda mazmorra donde no penetrase la luz del sol ni de la luna, y en ella mandó encerrar a la Reina, condenándola a permanecer allí durante siete años sin comer ni beber, para que muriese de hambre y sed. Pero Dios Nuestro Señor envió a dos ángeles del cielo en forma de palomas blancas, que bajaban volando todos los días y le llevaban la comida; y esto duró hasta que transcurrieron los siete años. Mientras tanto, el cocinero había pensado: „Puesto que el niño está dotado del don de ver satisfechos sus deseos, estando yo aquí podría provocar mi desgracia.“ Salió del palacio y se dirigió a la casa del muchachito, que ya era lo bastante crecido para saber hablar, y le dijo:

– Desea tener un hermoso palacio, con jardín y todo lo que le corresponda. Y apenas habían salido las palabras de los labios del niño, apareció todo lo deseado. Al cabo de algún tiempo, le dijo el cocinero:

– No está bien que vivas solo; desea una hermosa muchacha para compañera. Expresó el niño este deseo, y en el acto se le presentó una doncella lindísima, como ningún pintor hubiera sido capaz de pintar. De ahí en adelante jugaron juntos, y se querían tiernamente, mientras el viejo cocinero se dedicaba a la caza, como un gentil hombre. Pero un día se le ocurrió que el príncipe podía sentir deseos de estar al lado de su padre, cosa que tal vez lo colocaría a él en una situación difícil. Salió, pues, y llevándose a la muchachita en un lugar apartado, le dijo:

– Esta noche, cuando el niño esté dormido, te acercarás a su cama y, después de clavarle el cuchillo en el corazón, me traerás su corazón y su lengua. Si no lo haces, lo pagarás con la vida. Partió, y al volver al día siguiente, la niña no había realizado su orden y le dijo:

– ¿Por qué tengo que derramar sangre inocente que no ha hecho mal a nadie?

– ¡Si no lo haces, te costará la vida! –le contestó el cocinero. Cuando se marchó, la muchacha hizo traer una cierva joven y la hizo matar; luego le sacó el corazón y la lengua, y los puso en un plato. Al ver que se acercaba el viejo, dijo a su compañero:

– ¡Métete enseguida en la cama y tápate con la manta! Entró el malvado y preguntó:

– ¿Dónde están el corazón y la lengua del niño? Tendió la niña el plato, y en el mismo momento el príncipe, destapándose, exclamó:

– Viejo maldito, ¿por qué quisiste matarme? Ahora, oye tu sentencia. Vas a transformarte en perro de aguas; llevarás una cadena dorada al cuello y comerás carbones ardientes, de modo que el fuego te abrase la garganta. Y al tiempo que pronunciaba estas palabras, el viejo quedó transformado en perro de aguas, con una cadena dorada, atada al cuello; y los cocineros le daban para comer carbones ardientes, que le abrasaban la garganta. El hijo del Rey siguió viviendo todavía algún tiempo allí, siempre pensando en su madre, y en si vivía o estaba muerta. Finalmente le dijo a la muchacha:

– Quiero irme a mi patria; si te gusta acompañarme, yo cuidaré de ti.

– ¡Ay! -exclamó ella-. ¡Está tan lejos! Además, ¿qué haré en un país donde nadie me conoce? -. Al verla el príncipe indecisa, y como a los dos les dolía la separación, la convirtió en clavel y la prendió en su ojal. Se puso entonces en camino de su tierra, y el perro no tuvo más remedio que seguirlo. Se dirigió a la torre que servía de prisión a su madre, y, como era muy alta, expresó el deseo de que apareciese una escalera capaz de llegar hasta la mazmorra, y, bajando por ella, preguntó en voz alta:

– Madrecita de mi alma, Señora Reina, ¿vivís aún o estáis muerta? Y respondió ella:

– Acabo de comer y no tengo hambre -pensando que eran los ángeles. Pero él dijo:

– Soy vuestro hijo querido, al que dijeron falsamente que las fieras os habían arrebatado del regazo; pero estoy vivo, y muy pronto os libertaré. Y, volviendo a salir de la torre, se encaminó al palacio del Rey, su padre, donde se hizo anunciar como un cazador forastero, que solicitaba ser empleado en la corte. El Rey aceptó sus servicios, a condición de que fuera un hábil cazador y supiera encontrar caza mayor, pues en todo el reino no la había habido nunca. El cazador prometió proporcionarle en cantidad suficiente para proveer la real mesa. Reunió luego a todos los cazadores, a quienes ordenó que se dispusiesen a salir con él al monte. Partió con ellos, y, una vez llegados al terreno, los colocó en un gran círculo abierto en un punto; situándose él en el medio, empezó a desear, y en un momento entraron en el círculo alrededor de un centenar de magníficas piezas, y los cazadores no tuvieron más trabajo que derribarlas a tiros. Fueron luego cargadas en sesenta carretas y llevadas al Rey, quien vio, al fin, colmada de caza su mesa, después de muchos años de verse privado de ella. Muy satisfecho el Rey, al día siguiente invitó a comer a toda la Corte, para lo cual hizo preparar un espléndido banquete. Estando ya todos reunidos, dijo, dirigiéndose al joven cazador:

– Puesto que has demostrado tanta habilidad, te sentarás a mi lado.

– Señor Rey, Vuestra Majestad me hace demasiado honor -respondió el joven-; no soy más que un sencillo cazador. Pero el Rey insistió, diciendo:

– Quiero que te sientes a mi lado -y el joven tuvo que obedecer. Durante todo el tiempo pensaba en su querida madre, y, al fin, formuló el deseo de que uno de los cortesanos más altos hablara de ella y preguntara qué tal lo pasaba en la torre la Señora Reina; si vivía aún o había muerto. Apenas había formulado en su mente este deseo, cuando el mariscal se dirigió al Monarca en estos términos:

– Serenísima Majestad, ya que nos encontramos aquí todos contentos y disfrutando, ¿cómo lo pasa la Señora Reina? ¿Vive o ya murió? A lo cual respondió el Rey:

– Dejó que las fieras devorasen a mi hijo amadísimo; no quiero que se hable más de ella. Levantándose entonces el cazador, dijo:

– Mí venerado Señor y Padre: la Reina vive todavía, y yo soy su hijo, y no fueron las fieras las que me robaron, sino aquel malvado cocinero viejo que, mientras mi madre dormía, me arrebató de su regazo, manchando su delantal con la sangre de un pollo -. Y, agarrando al perro por el collar de oro, añadió-: ¡Éste es el criminal! -y mandó traer carbones encendidos, que el animal hubo de comerse en presencia de todos, quemándose la garganta. Preguntó luego al Rey si quería verlo en su figura humana, y, ante su respuesta afirmativa, lo convirtió a su primitiva condición de cocinero, con su blanco mandil y el cuchillo al costado. Al verlo el Rey, ordenó, enfurecido, que lo arrojasen en el calabozo más profundo. Luego siguió diciendo el cazador:

– Padre mío, ¿queréis ver también a la doncella que ha cuidado de mí, y a la que ordenaron me quitase la vida bajo pena de la suya, a pesar de lo cual no lo hizo?

– ¡Oh sí, con mucho gusto! -respondió el Rey.

– Padre y Señor mío, os la mostraré en figura de una bella flor -dijo el príncipe, y, sacándose del bolsillo el clavel, lo puso sobre la mesa real; y era hermoso como jamás el Rey viera otro semejante. Siguió el hijo: – Ahora os la voy a presentar en su verdadera figura humana -y deseó que se transforme en doncella. Y el cambio se produjo en el acto, apareciendo ante los presentes una joven tan bella como ningún pintor habría sabido pintar. El Rey envió a la torre a dos camareras y dos criados a buscar a la Señora Reina, con orden de acompañarla a la mesa real. Al llegar a ella, se negó a comer y dijo:

– Dios misericordioso y compasivo, que me sostuvo en la torre, me llamará muy pronto. Vivió aún tres días, y murió como una santa. Y al ser sepultada, la siguieron las dos palomas blancas que la habían alimentado durante su cautiverio, y que eran ángeles del cielo, y se posaron sobre su tumba. El anciano rey ordenó que el cocinero fuese descuartizado; pero la pesadumbre se había apoderado de su corazón, y no tardó tampoco en morir. Su hijo se casó con la hermosa doncella que se había llevado en figura de flor, y Dios sabe si todavía viven.

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Antecedentes

Interpretaciones

Lengua

„El clavel“ por los Hermanos Grimm es un cuento de hadas que sigue la estructura tradicional de los cuentos europeos, donde se entrelazan elementos de magia, traición, y justicia poética. Aquí, te doy un breve resumen de la historia para destacar sus temas y personajes principales:

La historia comienza con una reina que desea fervientemente tener un hijo. Un ángel le concede este deseo, prometiéndole que el niño tendrá el don de ver cumplidos todos sus deseos. Sin embargo, poco después de su nacimiento, el príncipe es arrancado del cariño de su madre por un cocinero malvado que desea aprovecharse del don del niño.

El cocinero lleva al príncipe a un lugar oculto y lo cría ahí, utilizándolo para crear un lujoso palacio para vivir cómodamente. Con el tiempo, el cocinero teme que el niño desee estar con su verdadero padre y que su engaño sea descubierto. Planea entonces asesinarlo, pero la doncella encargada de cometer el crimen decide salvar al niño, engañando al cocinero.

Gracias al poder de sus deseos y la ayuda de la doncella, el príncipe transforma al cocinero en un perro, asegurándose de que reciba su castigo justo. Finalmente, el príncipe decide regresar a su reino para liberar a su madre, que ha estado prisionera durante siete años. Tras una serie de eventos, logra reunirse con el Rey, su padre, y revelar la verdad.

La historia toca varios elementos clásicos de los cuentos de hadas: la prueba de la bondad y lealtad, los castigos justos para los malvados, la importancia de la verdad, y los poderes mágicos que conducen a un final feliz. Además, se destaca cómo el amor y la bondad prevalecen frente a la traición y el mal.

La narrativa también explora temas profundos como el sufrimiento y sacrificio de la Reina, la traición del cocinero, y la redención y justicia al final, lo cual es característico de las historias de los Hermanos Grimm, donde finalmente el orden y la moral son restaurados.

„El clavel“ es un cuento de hadas de los Hermanos Grimm que explora temas de traición, redención y la intervención divina. Es una historia que refleja las cualidades tradicionales de los cuentos de hadas, donde el bien finalmente triunfa sobre el mal, pero no sin atravesar una serie de pruebas y dificultades. Aquí te dejo una interpretación del cuento:

Divina Providencia y Deseo Cumplido: La reina, inicialmente privada de la bendición de la maternidad, recibe la noticia de que su hijo será dotado del don de ver cumplidos sus deseos. Este elemento mágico prefigura el curso de los eventos y subraya la influencia divina en el cuento, recordando al lector la posibilidad de milagros y la intervención divina en situaciones desesperadas.

Traición y Engaño: La traición del cocinero, quien secuestra al niño y culpa a la reina de su desaparición, establece el conflicto central del cuento. Esto resalta el motivo común en las narraciones de los Grimm de la lucha entre el bien y el mal. La falsedad del cocinero lleva al encarcelamiento injusto de la reina y muestra cómo una figura maligna puede causar estragos con mentiras.

Papel de los Ángeles: Los ángeles, que se presentan en forma de palomas blancas, alimentan a la reina durante su confinamiento. Su presencia simboliza la bondad y la fuerza del bien, asegurando que la reina sobreviva hasta que se revele la verdad. Esta ayuda divina enfatiza la idea de que siempre hay fuerzas benevolentes que trabajan para corregir las injusticias.

Magia y Transformación: El poder del niño para cumplir sus deseos impulsa gran parte de la narrativa. Desde crear un palacio hasta convertir a la doncella en un clavel, este poder simboliza el potencial inherente de justicia y restauración. Las transformaciones mágicas (por ejemplo, convertir al cocinero en un perro de aguas) subrayan la justicia restaurativa en los cuentos de hadas.

Redención y Final Feliz: Al final, la verdad se revela, la reina es liberada, y el cocinero recibe su castigo. El príncipe se casa con la doncella, proporcionando el clásico final feliz de los cuentos de hadas, donde los buenos son recompensados. Sin embargo, hay una nota de tristeza con la muerte de la reina, aunque es retratada como un paso pacífico a la otra vida.

En resumen, „El clavel“ es una narrativa rica en simbolismo que utiliza elementos mágicos para explorar temas de injusticia, intervención divina y el triunfo final del bien sobre el mal.

El cuento „El clavel“ de los Hermanos Grimm contiene varias características típicas de los cuentos de hadas: situaciones fantásticas, elementos mágicos, una lucha entre el bien y el mal, y finalmente, un desenlace justo. A continuación, se ofrece un análisis lingüístico del texto:

Estructura Narrativa

Introducción: La historia comienza con la reina, quien desea profundamente tener un hijo. Esta es una estructura introductoria típica para plantear el problema y el contexto de la historia.

Mediación Divina: La intervención de un ángel que concede a la reina la promesa de un hijo deseoso. Aquí encontramos la mezcla de elementos religiosos y mágicos, lo cual es común en los cuentos de hadas.

Conflicto: El secuestro del niño por parte del cocinero maligno, que genera el conflicto central del cuento. El uso de traición y malentendidos intensifica el drama de la historia.

Desarrollo: El hijo del rey, dotado de poderes mágicos, crece en un entorno protegido pero engañado sobre su pasado. El conflicto con el cocinero se expande cuando intenta manipular y amenazar al joven y su compañera.

Clímax: El desenmascaramiento del cocinero y la revelación del pasado al rey. Esta parte del cuento expone el enfrentamiento final entre los protagonistas y el antagonista, característico de los cuentos de hadas.

Desenlace: La reunión familiar, el castigo al villano, la redención de la reina, y la eventual restauración del orden y la felicidad mediante el matrimonio del joven príncipe.

Elementos Lingüísticos

Lenguaje Arcaico: El uso de expresiones formales, como „Vuestra Majestad“ y „Señora Reina“, tiende a situar el cuento en una época pasada, reforzando su naturaleza atemporal y tradicional.

Descripciones Breves: Las descripciones de personajes y escenarios son breves pero efectivas, dejando mucho a la imaginación del lector.

Diálogos Directos: El uso de diálogos contribuye a avanzar la trama y desarrollar personajes, especialmente en la interacción entre el cocinero, el niño, y el rey.

Repetición: La repetición de ciertos elementos, como el deseo del niño y la aparición de soluciones mágicas, crea un ritmo y una expectativa típica en los cuentos de hadas.

Simbolismo: El clavel es un símbolo de amor y protección, que juega un rol crucial en la relación entre el príncipe y su compañera.

Tono Moralizante: El cuento transmite lecciones morales sobre el bien, el mal, la lealtad y la justicia. Al final, el bien triunfa y el mal es castigado.

Temas Principales

El Poder del Deseo: El hijo del rey puede satisfacer sus deseos mágicamente, reflejando la naturaleza mágica y los sueños de cumplimiento en la infancia.

Redención y Justicia: La historia enfatiza que el mal será castigado y la inocencia eventualmente reivindicada, una lección moral común en los cuentos de hadas.

Fuerza y Lealtad Femenina: La doncella desafía al cocinero para salvar al príncipe, ilustrando la importancia de la lealtad y el amor.

La Intervención Divina: Los ángeles que ayudan y guían a los personajes reflejan una mezcla de credos religiosos con el sentido mágico del cuento.

„El clavel“ es una manifestación de la rica tradición oral y escrita de los cuentos de hadas de los Hermanos Grimm, que sigue cautivando con su mezcla de temas eternos y estructura narrativa distinta.


Información para el análisis científico

Indicador
Valor
NúmeroKHM 76
Aarne-Thompson-Uther ÍndiceATU Typ 652
TraduccionesDE, EN, EL, DA, ES, PT, IT, JA, NL, PL, RU, TR, VI, ZH
Índice de legibilidad de Björnsson38.1
Flesch-Reading-Ease Índice29.6
Flesch–Kincaid Grade-Level12
Gunning Fog Índice16.8
Coleman–Liau Índice9.5
SMOG Índice12
Índice de legibilidad automatizado7.4
Número de Caracteres9.115
Número de Letras7.082
Número de Frases96
Número de Palabras1.647
Promedio de Palabras por oración17,16
Palabras con más de 6 letras345
Porcentaje de palabras largas20.9%
Número de Sílabas3.111
Promedio de Sílabas por Palabra1,89
Palabras con tres Sílabas419
Porcentaje de palabras con tres sílabas25.4%
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